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La Asociación Poblana de Restaurantes está migrando hacia la energía sustentable, más de un 30% de sus miembros han adoptado paneles solares como respuesta a las crecientes facturas de electricidad, que se han disparado un 50% en el último año.
La Asociación Poblana de Restaurantes y Prestadores de Servicios (Apresac) reportó que el 30% de sus más de 300 socios han instalado celdas solares para ahorrar en los pagos de luz, recibos que se venían elevando hasta 50% desde el año pasado.
Arturo Delgado Ramírez, presidente del organismo, comentó que a sus representados no ha quedado más remedio que invertir en esa tecnología que reduce el consumo hasta en 80%, pero que es cara adquirirla.
Mencionó que había negocios que pagaban recibos hasta de 90,000 pesos al mes, lo cual era exagerado, porque era como si tuvieran pequeñas industrias.
Indicó que aun cuando tengan equipos ahorradores como son refrigeradores y lámparas, los costos por el consumo son demasiados elevados. “Además no se puede dejar de prescindir de aire acondicionado y televisores, porque, en el caso del clima, es para mantener un ambiente agradable para los clientes”.
Consideró que en muchas ocasiones el costo es excesivo y no hay manera de apelar a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), motivo que los lleva a buscar otras alternativas, porque de lo contrario comprometen sus actividades y los empleos.
Desde el 2018 hay un alza en la tarifa comercial que perjudica a todos los empresarios sean de industrias o negocios prestadores de servicio, quienes no pueden más con la situación, refirió.
“Los restauranteros evalúan subir los precios de sus platillos ante el constante incremento en las tarifas de energía eléctrica, y de otros insumos; sin embargo, la prioridad es encontrar alternativas que puedan generar un ahorro”, expuso.
Recurren a préstamos
Dijo que los paneles solares son la alternativa, por lo que se trata de una fuerte inversión a cuatro años, situación que lleva a buscar financiamientos con bancos para concretarla.
Delgado Ramírez comentó que los negocios del Centro Histórico y de los corredores gastronómicos de la avenida Juárez y la zona sur cerca de la plaza comercial Angelópolis son los que apostaron por ese cambio de tecnología.
Dijo que los restauranteros se han abocado a mantener en óptimas condiciones sus instalaciones eléctricas para que no haya sobrecargas, y con ello se dispare el costo, pero aun así no ha funcionado y los recibos llegan demasiados altos, los cuales no se puede dejar de pagar.
Mencionó que el resto de sus socios están analizando hacer lo mismo, pero quieren esperar a ver cómo funciona en los primeros para tomar una decisión e invertir.
Fuente: El Economista