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En el año 1994, Filiberto Vázquez, un destacado catedrático del Instituto Politécnico Nacional (IPN), revolucionó el proceso electoral en México al crear la tinta indeleble, una herramienta crucial que ha sido implementada como un mecanismo de seguridad adicional en las elecciones del país. Esta tinta indeleble, capaz de marcar permanentemente el dedo de los votantes, asegura que cada persona vote una sola vez, protegiendo así la integridad del proceso democrático. La invención de Vázquez ha sido fundamental no solo en México, sino que también ha trascendido fronteras, siendo adoptada en otros países que buscan fortalecer sus sistemas electorales. La tinta, fruto del ingenio y la dedicación de Vázquez, es un testimonio de cómo la ciencia puede influir positivamente en la sociedad, promoviendo elecciones libres y justas. La historia de Filiberto Vázquez y su tinta indeleble es una historia de innovación, compromiso y un legado que ha dejado una marca imborrable en la historia electoral de México y del mundo.
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